La historia de la vida nos enseña que, si utilizamos lo que ya tenemos, recibiremos más.
Lo opuesto también es verdad: Sino lo utilizamos lo perderemos.
No hay tal cosa como buena suerte, mala suerte o designios astrales.
Si creo que Dios bendice al que con sencillez de corazón suplica con humildad ante el trono de la gracia.
Y tambien creo en las consecuencias naturales de nuestras decisiones, acertadas o erróneas.
Fuera de ello, todos fuimos maravillosamente diseñados por la mano divina, y equipados en medida abundante con todo lo necesario para ser felices y alcanzar el éxito. Cualesquiera que sean las circunstancias en que nos tocó vivir.
No te permitas menos de eso, ni dejes que nadie te obligue a creer lo contrario.
Por ello es importante saber que, somos nosotros, seres creados a la imagen de Dios, dotados con la capacidad de pensar, soñar y sentir, quienes construímos con nuestras propias manos nuestro destino. Dia tras día.
Igualmente importante es tomar consciencia de que si bien se nos obsequió en media abundante la capacidad de crear nuestro destino, cada vez que dejamos de usar ese maravilloso don llamado voluntad, perdemos parte de ese don. Nos volvemos extraños para nosotros mismos. Enemigos de nuestra propia vida, juguetes de la vida, hojas llevadas por el viento.
La historia de la vida nos enseña que, si utilizamos lo que ya tenemos, recibiremos más.
Lo opuesto también es verdad: Sino lo utilizamos lo perderemos.
Lo opuesto también es verdad: Sino lo utilizamos lo perderemos.
No hay tal cosa como buena suerte, mala suerte o designios astrales.
Si creo que Dios bendice al que con sencillez de corazón suplica con humildad ante el trono de la gracia.
Y tambien creo en las consecuencias naturales de nuestras decisiones, acertadas o erróneas.
Fuera de ello, todos fuimos maravillosamente diseñados por la mano divina, y equipados en medida abundante con todo lo necesario para ser felices y alcanzar el éxito. Cualesquiera que sean las circunstancias en que nos tocó vivir.
No te permitas menos de eso, ni dejes que nadie te obligue a creer lo contrario.
Por ello es importante saber que, somos nosotros, seres creados a la imagen de Dios, dotados con la capacidad de pensar, soñar y sentir, quienes construímos con nuestras propias manos nuestro destino. Dia tras día.
Igualmente importante es tomar consciencia de que si bien se nos obsequió en media abundante la capacidad de crear nuestro destino, cada vez que dejamos de usar ese maravilloso don llamado voluntad, perdemos parte de ese don. Nos volvemos extraños para nosotros mismos. Enemigos de nuestra propia vida, juguetes de la vida, hojas llevadas por el viento.
La historia de la vida nos enseña que, si utilizamos lo que ya tenemos, recibiremos más.
Lo opuesto también es verdad: Sino lo utilizamos lo perderemos.