abril 02, 2007

VOLVERÁ POR TI



Mi abuelita fue uno de los tesoros más hermosos que Dios me ha dado.

Cuando era un pequeñín de cuatro años, nadie, absolutamente nadie, conseguía convencerme de quedarme un sólo segundo en mi salón de clases.

Llevarme a preescolar era la batalla de cada día:
Obsequios.
Castigos.
Promesas.
Nada funcionaba.

Nada, excepto la ternura de mi abuelita. Era un amor.

¿Quién podía negarse a la petición de aquella maravillosa mujer?

Saben amigos, si los ángeles tiene la capacidad de tomar forma humana,creo que abuelita era uno de ellos.
Y éste ángel se quedó a mi lado por muchos años. Y lo podía ver, oír, tocar, y amar...

Cuando papá se marchó de casa, mamá tenía que salir a trabajar. Así que abuelita se hacía cargo de nosotros.

Una de las tareas más arduas para mis hermanos era llevarme a la escuela:
Ruth, mi hermana mayor, se desesperaba. Dos pellizcos y una nalgada no conseguían nada. Yo era un chico duro.
Adriana se conmovía. Era sencillo convencerla de que me llevara de vuelta a casa. Un par de lágrimas en el momento justo bastaban.
Y Saúl... seis años de diferencia no eran suficientes para convencerme.

Pero abuelita acariciaba mis cabellos.
Besaba mi frente.
Sabía decir palabras reconfortantes.
Siempre había en sus labios una sonrisa, y en sus manos una caricia.
Me tomaba de la mano, y aunque yo intentaba todas las estrategias que un chico de cuatro años podía idear, ella siempre conseguía lo que nadie lograba: Llevarme a clases.

-Cuando nos sentimos amados por alguien, suceden milagros ¿Cierto?

Recuerdo bien la escena:
Llegábamos a mi salón. Los demás chicos me miraban. No decían nada, sólo me miraban. Eso me asustaba. Yo los miraba. Miraba a mi abuelita. Los volvía a mirar. Y entonces...adivinaron.
Comenzaba el diluvio de lágrimas.

-No me dejes abuelita. Llévame contigo.
Ella se inclinaba tiernamente hacia mi.
Secaba mis lágrimas.
Tomaba con firmeza mis manos. Me infundía seguridad.

-Volveré pronto. Te lo aseguro.

Yo la miraba a los ojos. Había algo en aquella mirada que me hacía confiar. Era una mezcla de ternura y firmeza.

-¿De verdad volverás por mi?
-Si. Confía en mí.

Una dulce sonrisa se dibujaba en sus labios. Después, no sé de donde, me venían fuerzas para quedarme. Mientras estaba en el salón y todos los chicos se secreteaban acerca del chico llorón, me repetía una y otra vez: "Abuelita va a volver. Lo prometió". Ella nunca me ha fallado. Nunca lo hará.

-Y nunca faltó a su promesa.

Hace unos cuantos años abuelita cerró sus ojos y durmió.
Durmió muy dulcemente.

Conservo en mi alma el aroma de su alma.
En mi corazón guardo su cariño.

Y vivo una hermosa esperanza.
Bendita esperanza:

La volveré a ver.
-Sí.
-Ciertamente,-Dijo Jesús.-Vengo en breve.

A veces me siento el mismo niño llorón de antaño:
La vida me da miedo.
Me asusta la soledad.
El mundo me parece un gigantesco monstruo de ficción.
Me aterran "Los niños grandes".
Me abruman los problemas.
Me siento tan frágil...
¡No puedo más!
Y abuelita ya no está junto a mi para infundirme valor.

¡PERO ESTÁ ÉL!

Siento su mirada en mí.
Y sus manos.
Y su dulce sonrisa.

Y saben...
¡Ya no tengo miedo!
Hay algo en su mirada, que me fortalece.
Hay algo en sus palabras, que me hacen sentir amado.
Hay algo en su presencia, que me da la seguridad que necesito.
Y hay algo en sus promesas, que me hacen tener la certeza de que volverá.

-¿Volverás por mi? -Lo miro con anhelo.
-Sí. -Hay una dulce sonrisa en sus labios. -Confía en mí.

Extiende su mano. Me tomo de Él. Como un niño con su padre.
Y confío.

-Sé que lo harás. Sé que volverás por mí.

En la mañana de la resurrección veré a abuelita.
Volveremos a tener junto a nosotros a los amados que la muerte nos arrebató.
Nunca más diremos adiós.

-Ciertamente, vengo en breve.

-Amén, ven Señor Jesús. (Ap. 21:1-7)

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo gracias por este tema te felicito y te animo a que continues escribiendo acerca de aquel que nos cmpro a precio de sangre en la cruz y que pronto volverá por nosotros. Saludos desde España.

Anónimo dijo...

Hola hermanito..un saludo desde venezuela..
Soy cristina..
Dejeme decirle q me conmovio lo q escribio,se ve q usted es una persona con muy lindos sentimientos..Y eso a Jesus le gusta mucho..
Bueno le envio un abrazo..
Q DIOS lo BENDIGA a usted y a su FAMILA.. Chaito..

Anónimo dijo...

HERMOSA HISTORIA,, Y SI ES CIERTO LA VIDA ES UN GRAN KINDER, DONDE NO ESTA MAMA, NI PAPA, DONDE TU SOLO DEBES CUIDARTE Y TE TOPAS CON INFINIDAD DE PRBLEMAS...PERO TU SABES K AL FINAL DEL DIA HABRAS APRENDIDO MUCHO, Y TU MAMA ESTARA ORGUSLLOSA DE TI Y K VOLVERA PARA LLEVARTE A CASA, A DONDE PERTENECES.............

Proskunneo dijo...

Así es Dan, me siento contento de que a ti la vida te ha enseñado muchas cosas ya. Te admiro por tus diseños y te invito a que aprendas mucho mas y le des una oportunidad a Él. Un abrazo del tamaño del mundo flako.

Anónimo dijo...

Muy lindos tus escritos, continúa así

Proskunneo dijo...

Gracias a ti por animarme, y a él por redimirnos.
De donde quiera que escriban... amigos sean bienvenidos.

Proskunneo dijo...

Gracias Cristina. Lleva mis saludos a Venezuela, y la luz del evangelio al mundo entero.

Anónimo dijo...

MI AMIGO RAULINHO LO FELICITO CON AMOR FRATERNAL, Y LO ANIMO A CONTINUAR CON ESTA "OPORTUNIDAD" QUE DIOS LE HA DADO, ESTOY SEGURO QUE SERA DE GRAN BENDICION PARA MUCHAS ALMAS QUE NECESITAN DE LA FUENTE INAGOTABLE, CRISTO JESUS. YA QUE TODOS EN ALGUN MOMENTO DE NUESTRA VIDA NECESITAMOS CAER DE RODILLAS Y RENDIRNOS AL AMOR INCONDICONAL DE JESUS......DIOS LO BENDIGA......KYKE

Proskunneo dijo...

Gracias por tus deseos que se son salidos de tu corazón y en sinceridad. Yo también anhelo que El que nos compro con su sangre use nuestros frágiles esfuerzos humanos para su gloria. Asi lo hizo en el pasado y confiemos que volverá a suceder. El te bendiga a ti y los tuyos también :)