El gravísimo problema de nosotros, los laodicenses, no es que seamos tibios, miserables , pobres, ciegos o desnudos. Somos todo eso como resultado del verdadero problema: hemos dejado fuera de nuestras vidas a Jesús. El amén, el testigo fiel y verdadero. Ap.3:20
abril 02, 2012
Retirarse y estar a solas con Dios. Paul Washer
La unica manera de practicar la presencia diaria de Dios en nuestras vidas es llendo antes diariamente a nuestro lugar secreto de oración.
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