El gravísimo problema de nosotros, los laodicenses, no es que seamos tibios, miserables , pobres, ciegos o desnudos. Somos todo eso como resultado del verdadero problema: hemos dejado fuera de nuestras vidas a Jesús. El amén, el testigo fiel y verdadero. Ap.3:20
abril 27, 2012
Si mi pueblo -Heraldos del Rey
Una promesa y un llamado para nosotros:
La promesa de restauración y vida eterna
El llamado a la santidad
Porque él es santo.
Si aceptaste su llamado, no te perteneces más,
tu vida es de él
No hay comentarios.:
Publicar un comentario