El gravísimo problema de nosotros, los laodicenses, no es que seamos tibios, miserables , pobres, ciegos o desnudos. Somos todo eso como resultado del verdadero problema: hemos dejado fuera de nuestras vidas a Jesús. El amén, el testigo fiel y verdadero. Ap.3:20
junio 08, 2012
¿Comiendo para vivir o para morir?
El vídeo habla por si solo. Míralo, estudia el asunto por tu cuenta y saca tus conclusiones. Dios no se equivoco al darnos la reforma pro-salud.
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