El gravísimo problema de nosotros, los laodicenses, no es que seamos tibios, miserables , pobres, ciegos o desnudos. Somos todo eso como resultado del verdadero problema: hemos dejado fuera de nuestras vidas a Jesús. El amén, el testigo fiel y verdadero. Ap.3:20
junio 23, 2012
El único que podia salvarnos. -R.C. Sproul
Nadie más podria ofrecernos el don maravilloso de la salvación.
Sólo Jesús podria haberlo hecho.
Porque solo el creador podria dar vida a sus criaturas.
Su propia vida.
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