octubre 14, 2007

Un regalo para nosotros


Somos como niños. Y Cada día nos es dado como una caja de regalo con un enorme moño de colores. Aprendamos a esperar la cosa más bella de cada día.

Gocémonos.

Abramos nuestros ojos con emoción al ir quitando el moño de satín de nuestra caja sorpresa.
A veces parcerá que no hay nada agradable dentro de ella.
Esos días en los que no todo resulta como hubiesemos querido.


Pero en otras ocasiones encontraremos algo realmente hermoso.

Y...¿Será que Dios no nos obsequió nada cuando parece que la caja está vacía? Mira bien, seguro hay algo lindo que no has visto, esperando dentro: Un día soleado, la mano de un amigo en tu hombro. Quizá una sonrisa en la calle o tal vez el beso del viento en tus mejillas.

Dicen que las cosas más valiosas Dios las obsequia a manos llenas. Pero que estamos tan acostumbrados a ellas que pasan desapercibidas muchas veces. Hasta que nos hacen falta.

Lo cierto es que Dios siempre tiene algo para nosotros. Un regalo de su amor. En cada día.

Somos como niños. Y Cada día nos es dado como una caja de regalo con un enorme moño de colores.
Aprendamos a esperar la cosa más bella de cada día.

Gocémonos.

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