El gravísimo problema de nosotros, los laodicenses, no es que seamos tibios, miserables , pobres, ciegos o desnudos. Somos todo eso como resultado del verdadero problema: hemos dejado fuera de nuestras vidas a Jesús. El amén, el testigo fiel y verdadero. Ap.3:20
abril 22, 2012
Jesús Murió por mí
Para los Gálatas el evangelio era "Jesús mas..." pero el verdadero evangelio es "Sólo Jesucristo"
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