El gravísimo problema de nosotros, los laodicenses, no es que seamos tibios, miserables , pobres, ciegos o desnudos. Somos todo eso como resultado del verdadero problema: hemos dejado fuera de nuestras vidas a Jesús. El amén, el testigo fiel y verdadero. Ap.3:20
agosto 24, 2012
Reforma Pro-salud sencilla y eficaz
Ocho principios sencillos pero vitales para alcanzar un óptimo estado de salud. Dios, el gran diseñador de esta increíble maquinaria humana, sabe lo que necesita nuestro cuerpo.
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